Hace poco, realizando mi trabajo en la unidad renal, me encontré con un paciente que estoy tratando en diálisis, pero tiene problemas para controlar los líquidos que toma y evitar ganar peso en agua. Durante la conversación, indague sobre las barreras u obstáculos que limitan llegar a esos objetivos propuestos; exploramos muchas opciones y la idea era desaprender hábitos y conductas que limitaban los objetivos en salud.
Pasadas dos semanas nuevamente le pregunté al paciente sobre su proceso encontrando que continuaba presentando las mismas limitaciones expresando de manera sincera lo difícil que era tomar una decisión de cambio para alcanzar los planes establecidos.
Me pregunté: Por qué es tan difícil para mis pacientes tomar decisiones? Es más importante continuar hábitos no saludables solo por el hecho de no tomar decisiones en salud?
Tomar la decisión de cambiar hábitos, iniciar una nueva acción y/o desaprender viejas artimañas para algunos puede ser difícil, principalmente cuando la implicación de esos cambios no van a tener impacto en el futuro inmediato.
Una situación en salud conlleva a un alto riesgo y lo más seguro es que nuestro sistema de alarma cerebral se active y ponga en expansión un sin número de funciones a nivel cerebral y corporal que hacen que las personas tomen decisiones en salud con convicción.
Lastimosamente, la mayoría de las situaciones en salud no son agudas y los problemas surgen de enfermedades crónicas o cambios en el estado mental que repercuten a mediano y largo plazo, lo que hacen que los pacientes no tomen decisiones drásticas para mejorar su condición médica.
Tomar decisiones puede ser difícil teniendo en cuenta que van involucradas emociones, creencias, experiencias previas que afectan la percepción sobre los planes de acción en nuestros pacientes.
Lo primero que tenemos que reflexionar cuando una decisión se torna difícil para mejorar nuestra salud, es generar conciencia sobre las razones por el cual me es difícil seguir o continuar un plan de acción señalado junto con tu profesional médico.
Son realmente esos miedos válidos e impiden tomar una decisión? De dónde provienen esos miedos en mí toma de decisiones en salud? Vienen de mi cultura, familia, o experiencia previa?.
Una vez identificados, debo trasformar mi forma de pensar; el cerebro es maleable y capaz de aceptar nuevas declaraciones sobre la percepción de una determinada toma de decisión.
Llénate de pensamientos positivos alrededor de la decisión de cambio que vas a adoptar, genera una nueva creencia empoderante que permita salir a tomar una decisión acertada en salud.
Por último toma acción a partir de esta nueva forma de pensamiento basado en la validación de tus creencias.
Es importante que entiendas que cada elección en salud tiene un anverso, es decir, una renuncia, por lo que no hay diferencia entre el acto de elegir y el acto de renunciar.
Renunciar a cosas cuando tienes que tomar decisiones en salud, es un paso preponderante para el inicio de un nuevo camino.
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