En la salud está pasando algo muy similar con las enfermedades crónicas, las personas buscan resultados en la salud distintos sin cambios en sus hábitos que conllevan a sus patologías.
La medicina históricamente ha venido trasformándose en la manera en que se relacionan el médico y el paciente; la relación paternalista, asimétrica donde el paciente deposita toda la recuperación de las enfermedades en el saber médico, nos ha traído beneficios pero también consecuencias.
Beneficios de poner todo nuestro conocimiento al servicio de quien lo necesita, asumiendo retos de aprendizajes cada día, la necesidad de estar actualizado para mejorar nuestro afrontamiento de las enfermedades; esta visión paternalista, asimétrica conllevó a los pacientes a tomar una posición más pasiva que activa, acatando las indicaciones parcialmente entendidas en la consulta, sin embargo, hoy los pacientes tienen más acceso a la información y quieren estar más involucrados en sus necesidades en salud lo que a la vez exige una mayor demanda hacia el personal sanitario. A pesar de ello, existen carencias no llenadas con esta relación paternalista como lo demuestran la falta de continuidad y consistencia en las pautas aportadas por el personal sanitario.
Hoy la dinámica actual nos exige que giremos a una relación más equitativa con nuestros pacientes, donde se combine el conocimiento médico con la responsabilidad de los pacientes para alcanzar las metas en salud. Es claro que para ello requerimos aprender nuevas herramientas, formas de comunicación y escucha, que atiendan todas las necesidades y que nos ayuden a proporcionar la motivación necesaria para fomentar su autoeficacia y así conseguir los resultados en salud.
El coaching como una tecnología relacional de transformación a través de herramientas y preguntas poderosas nos ayuda a que los pacientes puedan alcanzar su situación deseada en salud. A través de preguntas y herramientas podemos lograr que las personas que padecen enfermedades crónicas puedan entender que la mayoría de las opciones para su recuperación provienen de su propio autocuidado. Es difícil alcanzar estos logros solo con la información y consejos aportados por el personal médico.
Despertar la motivación y la curiosidad a nuestros pacientes, van a constituir el motor para que las acciones se lleven a término. Por ello nuestro enfoque debe ser ayudar a nuestros pacientes a ganar conocimientos, confianza, responsabilidad, herramientas que le permitan hacerse parte activa de su cuidado y mejorar él automanejo de su condición actual para obtener metas en salud muy consistentes.
Entender que la salud es nuestro bien más preciado, implica un gran compromiso para los pacientes. Tu salud amerita un cambio de conciencia, una transformación de creencias, desaprendizajes de viejos hábitos y las adquisiciones de una nueva forma de pensar.
Se parte de tu transformación en salud y supera todas esas barreras que dificultan el alcanzar tus metas.
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